¿NEGOCIO FÍSICO O NEGOCIO ONLINE?



<img src="negocio-virtual-o-físico.jpg" alt="poner un negocio rentable depende del tiempo y conocimiento y experiencia "/>
Cada vez son más las tiendas en línea. Ya sea aprovechando plataformas como Amazon, eBay, Mercado Libre o Linio para vender lo que tienes; aprovechando modelos de eCommerce como Shopify, WooCommerce, Prestashop, entre otros, o utilizando un sitio web propio donde vendes los productos que entregas por cuenta propia o mediante el cual prestas servicios por suscripción o pago por servicio contratado; incluso, usando las plataformas sociales para vender lo que tienes que ofrecerle a tus futuros clientes... parece que no hay espacio para los negocios físicos.

Una primera aproximación a esta pregunta radica en que todo depende del conocimiento y la experiencia que tengas en el arte del comercio; tanto online, como físico. Esto es, del grado de contacto con estos dos mundos que hayas tenido y del conocimiento para hacer las cosas.

Y no me refiero solamente a vender productos o servicios como tal; sino al concepto de negocio, a su administración y a lo que realmente debes ofrecer a las personas.

Es verdad que todo parte de la idea de negocio como tal; de lo que esta implica para cada emprendedor o emprendedora y de lo que se quiere llegar a hacer (y llegar a ser) con ella.


Cuando ya ha se considerado una opción, acorde con el conocimiento en la administración de un negocio, con las aficiones y habilidades propias y la manera de hacer las cosas, el sector donde se mueve o moverá el negocio y acorde con el conocimiento de los clientes (por lo menos, en una primera instancia), es mucho más fácil dar el primer paso.






ELEGIR UN NEGOCIO RENTABLE 



El primer punto a considerar será el tamaño del mercado. Debe ser un nicho específico, pero que tenga gran potencial.

A pesar de que el éxito de un negocio en sus primeras etapas no está garantizado, aún en un mercado con mucha demanda; es crucial mirar aspectos como las barreras de entrada, la facilidad de implementación u operación y la efectividad y la productividad de las actividades diarias.

Evaluar tanto la viabilidad de nuestro producto o servicio como la competencia, al momento de decidir un modelo de negocio; nos servirá para aclarar dudas y ayudarnos a decidir.

Sin embrago, existen otras características que también influyen a la hora de tomar acción.





3 TIPS PARA CONSIDERAR QUÉ NEGOCIO PONER 



Considera las siguientes preguntas. Esto te ayudará a averiguar si lo que consideras es lo mejor:




A. ¿Cuánto dinero o capital tengo para invertir?


Para un negocio físico es más probable que necesites más capital para comenzar. Si ya tienes un negocio en mente, averigua qué más necesitas para ponerlo en marcha.

Se requiere de capital, no solo para adquirir equipos y/o maquinaria, sino para pagar los trámites legales de Constitución de empresa, contratar un local comercial o salas de trabajo en espacios de coworking, pagar impuestos, llevar a cabo las acciones de diseño y las acciones de publicidad, tener en cuenta los costos fijos mensuales para varios meses, contratar un empleado (si se requiere), dejar un capital como parte de la caja y otro en la cuenta bancaria; entre otros gastos...


¿Necesitas pedir un préstamo? ¿De quién(es) vas a obtener financiación?

Un negocio online requiere de menos capital para invertir, como es obvio; sin embargo, requiere de alguna inversión al momento de ponerlo en marcha: para contratar proveedores, diseñadores (tal vez), programadores y diseñadores de software (si aplica), un community manager y/o especialistas en alguna(s) tarea(s) en particular.




B. ¿Cuánto tiempo debo pasar en mi negocio?


Un negocio físico requiere de una gran cantidad de tiempo; por lo que, en principio, o no sería el indicado si debes trabajar, estudiar y estar pendiente de tu familia; ya que, en una rutina demandante, serían pocas las horas libres que tendrías para dedicarte de lleno a tu proyecto; o tendrías muy poco chance de crecer.

Las horas que dedicarás a la consecución de clientes también deben ser tenidas en cuenta: repartir flyers, hacer llamadas, escribir y enviar correos electrónicos, tener citas con ellos... Sin olvidar que si no cuentas con el apoyo suficiente; no podrás dedicarte a labores de back office mientras ves a tu negocio crecer.




C. ¿Que tanta motivación tengo?


Si bien, muchos expertos coinciden en que la motivación es un factor determinante para el éxito de un negocio, esto solo incrementa los esfuerzos y el trabajo que un emprendedor o una emprendedora hacen. Pero, por ningún motivo, esto garantiza el éxito.

Este radica en el conocimiento, las habilidades de operación, comerciales, de ventas, financieras (consecución y manejo de capital de trabajo); así como el ofrecer una excelente atención a los clientes y mirar oportunidades de ofrecer lo que otros no ofrecen, así se trate de competidores reconocidos y altamente posicionado en el mercado, entre otros factores.

Ahora; la motivación por obtener ganancias considerables en el poco tiempo; es un error gigante que muchas personas cometen a la ahora de pensar en dedicarse a un negocio, cualquiera que este sea.

Si enfocamos nuestra atención en el dinero y al trabajar solos; es posible que actuemos aceleradamente, ofreciendo un producto o servicio a un precio mayor que la competencia y que consideremos único.

Quizá actuemos impulsivamente y no tengamos en cuenta un estudio de mercado que nos permita conocer si lo que ofreceremos (un producto o servicio) tiene gran acogida; pensando en lo que podemos agregarle de diferente.





<img src="negocio-digital.png" alt="construir un imperio desde cero, depende de lo que vendas, del precio y del marketing"/>




Todo lo demás depende de trabajar de la manera adecuada, con disciplina, planeando los pasos siguientes, mirando qué podemos cambiar o mejorar, cómo se está comportando el mercado; qué está haciendo nuestra competencia para atraer más clientes y cómo podemos crecer.

Cualquiera que sea la idea de negocio que quieras emprender; ten en cuenta que podrá o no tener éxito. Si se da este último caso; evalúa la situación y toma la decisión de salir del mercado o de cambiar a un plan B, teniendo en cuenta lo que pudo ser o pudiste hacer y tener en cuenta; y saliendo con las menores pérdidas posibles.


¡Un saludo!

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